Tarde, pero firme. Mozilla en colaboración con Telefónica Movistar está lanzando al mercado teléfonos inteligentes con el sistema operativo Firefox OS. ¿La novedad? En vez de correr aplicaciones programadas en lenguajes de programación específicos, la base de esta plataforma es el lenguaje HTML 5.

Dicho código es el mismo con el que están construidas las páginas web de última generación. El objetivo es promover un estándar libre y evitar la fragmentación. Todo a un bajo costo. Con una interface que parece copiada de Android. Teniendo en la mira a los países en desarrollo.

Firefox OS no se promueve como el sistema más rápido, ni el más innovador. Eso que se lo quede iOS. En cambio, Firefox apuesta por el estándar HTML para crear aplicaciones Web que pueden o no ser instaladas al teléfono.

Esto puede ser visto de dos formas: Como el abanderamiento del software libre o como una manera de disminuir los costos de los dispositivos. Al ser aplicaciones que dependen de la conexión a la Web, la capacidad de almacenamiento y procesamiento del teléfono no necesita ser tan grande y por lo tanto puede producirse a un menor costo. Probablemente tenga un poco de ambos motivos.

Lo ¿nuevo?

Sin embargo, la propuesta de las aplicaciones basadas en Web no es nueva. De hecho, cuando el iPhone fue lanzado, Steve Jobs presentó ese tipo de aplicaciones como una de las principales características del teléfono. Apple incluso habilitó un portal web en apple.com/webapps que servía como repositorio para dichas aplicaciones. Desde hace unos años ese portal está inactivo.
La idea era esencialmente la misma. En vez de programar aplicaciones, los desarrolladores usarían las mismas herramientas que las páginas Web. El usuario podía agregarlas como "favoritas" para acceder a ellas desde la página de inicio, o simplemente abrirlas desde el navegador.

Sin embargo, fue una idea que no prosperó. El verdadero despegue de iOS vino cuando Apple lanzó la App Store y su kit de desarrollo que permitió crear aplicaciones nativas, de manera similar a como se instalan en una computadora de escritorio.

El fracaso de las aplicaciones web en el iPhone probablemente se debió a un problema de conectividad. Cuando dicho teléfono fue lanzado, el nivel de acceso móvil a Internet aún era incipiente. Un sistema con aplicaciones web requiere de conexiones prácticamente permanentes y de buena calidad. ¿Es posible que el 2013 sea un mejor año para intentarlo? Está por verse.

Los retos

Es posible que las dificultades de conexión se repitan para Firefox. En países como España o Estados Unidos, la conexión móvil a la red es algo extendido y relativamente accesible. Sin embargo, en gran parte de América Latina la situación no es la misma.
Probablemente por eso el principal aliado de Mozilla sea un operador telefónico. Si se lo propone, probablemente Telefónica Movistar pueda proveer servicios de Internet móvil específicamente pensados para Firefox OS, a bajo costo y de alta calidad. Eso sería clave para el éxito de este sistema operativo.

Hacia el futuro
Firefox OS tiene dos grupos de clientes potenciales. Por un lado los defensores del software libre que no quieran tener sus datos personales en manos del software de compañías como Apple y Microsoft. Por otro, el público que aún usa teléfonos móviles "no inteligentes". Ese sector es el que más puede verse atraído por estos dispositivos de bajo costo y que se parecen tanto a los Android y los iOS.

 Los teléfonos móviles son el nuevo escenario de una lucha de antaño. Si la década pasada veíamos a Microsoft, Mozilla, Google y Apple enfrentándose a través de sus navegadores, ahora toca ver la carrera por conquistar los sistemas operativos móviles. ¿El resultado? Una competencia encarnizada para dichas marcas, pero una gran diversidad de opciones para los consumidores. Los usuarios salimos ganando.

Por Jorge Tirzo